«Cuando intervienen los adultos, se termina el acoso escolar»

Una pelea de dos alumnos es filmada por un tercer compañero. Una escena habitual -lamentablemente- en los últimos tiempos en la sociedad (no solo en la Argentina). Llega el director y los cita a su oficina. Quien filmaba se mostraba realmente arrepentido de lo que había hecho. «Ya que te gusta filmar, hacé algo que sirva para evitar que esto vuelva a pasar. Hacé un video sobre la convivencia», le dijo Arístides Alvarez, el director, dándole una tarea reparadora y no simplemente algunas amonestaciones. El joven de 13 años cumplió y le despertó una vocación a ambos. El alumno, Nahuel, durante toda la secundaria siguió haciendo videos y en la actualidad, sigue filmando y estudia cine en Buenos Aires. Arístides, el director, da charlas sobre cómo prevenir el bullying (acoso) en las escuelas, dirigidas a alumnos, profesores, directivos y familias.
La situación cobró relevancia en los medios: fue tomado por La Nación (tanto en el medio escrito como en su canal LN+), por la CNN en Español, entre otros, marcándolo como un ejemplo a seguir en la lucha contra el ciberbullying.
Alvarez conoce bien a Rafaela, dado que su mujer es de aquí. «Es una ciudad que quiero mucho», dijo en plena charla con mates, hace algunos días, gracias al contacto de Carlos Valenti, un amigo de él. «Está la posibilidad de concretar alguna actividad acá», dijo y agregó: «soy director de un colegio secundario y terciario de Rosario desde hace 9 años. Soy consultor informático, especializado en seguridad y siempre di clases. Empecé a ver lo vulnerables que son los chicos -y los adultos también- en las redes sociales. Así empecé a trabajar el tema del ciberacoso. Y el bullying o el acoso escolar, que se potencia por el uso de las redes sociales».
El acoso escolar siempre existió: todos -en mayor o menor medida- las sufrimos. ¿Por qué ahora se vuelven inmanejables? «Se potencia con las redes sociales, porque allí se permite el anonimato y desde allí, hostigar a otro. Pero también se saben las cosas que pasan en las escuelas, por los medios de comunicación. Seguramente, de muchísimos casos de acoso no nos enteramos porque las víctimas no cuentan o las escuelas tapan los casos, porque no es buena prensa para la escuela. Pero hoy, con el auge de la tecnología, inmediatamente, desde cualquier lugar del mundo, se puede viralizar algo», responde Arístides y completa: «cuando los chicos suben algo a internet, ya no es de ellos. Ni siquiera de las personas a la que se lo envían, sino que es de miles de millones de personas».
«Cuando uno investiga sobre el tema, ve que hay muchos finales trágicos: suicidios de las víctimas, homicidios (como el caso de Carmen de Patagones, que ocurriera el 28 de septiembre de 2004). Por eso a mí no me gustan ni los videos, ni las películas, ni las series de EE.UU. como ejemplo, porque es otra sociedad, mucho más violenta, en donde comprar un arma es tan fácil como comprar una cajita de chicles», añadió Alvarez.
«Hace poco, salió la serie ’13 reasons why’ en Netflix, que se hizo muy popular. Es increíble que la hayan visto chicos sin compañía de los adultos, porque ahí vos tenías violaciones, homicidios, droga, armas…. Para nuestra sociedad no es habitual. Yo no digo no verlas (incluso, hacerlo en las escuelas), sino tener la compañía de un adulto, que permita detener la proyección y poder charlar: ¿qué es una violación? ¿cómo es que alguien llega a un suicidio? ¿por qué se pelean. Pero si un chico de 9 años consume esto solo, es terrible», completó.

REDES SOCIALES Y
FALTA DE DIALOGO
«Los chicos suben todo y de forma instantánea. Lo vemos en Instagram. Están comiendo, lo suben. Van al baño, lo suben. Van a jugar al fútbol. Lo hacen por la necesidad de mostrarse: cuantos más ‘me gusta’ tenés, más famoso sos», sentencia. «¿Cuántas veces pasa que uno sube o escribe algo que luego de darle ‘enter’ se arrepiente?», se pregunta.
«Los chicos se fueron de Facebook porque es una red social que empezaron a usar los adultos y migraron a Instagram. Cuando los adultos vayan allí, seguramente se irán a otro lado. Snapchat se dejó de usar porque Instagram tomó la idea de las ‘historias’ «, comentó.
Como consecuencia de esto, «se habla cada vez menos. Cuando doy una charla, le pido a los chicos que me cuenten que pasa al mediodía o en la cena en su casa. La mayoría te cuenta que están preocupados por otra cosa, pero no en charlar. Me contaron una vez que un chico había invitado a su amigo a su casa, para que conozca su familia. Pero cuando el amigo quiso hablar, primero la madre lo hizo callar porque estaba mirando la novela turca; después el padre lo hizo para escuchar el relato del partido. Y el hijo de la pareja se quedó re mal. ¿Qué nos cuesta poner el celular en modo avión, apagar el televisor y charlar? Mirarnos, preguntarnos cómo nos fue, comentar noticias. Eso se ha perdido mucho».
«Entonces, cómo les cuesta hablar, no pueden contar lo que les pasa. Y cuando le pasan cosas feas, no pueden transmitirlas: porque saben que los padres no los escuchan o porque no son capaces de contarlo», señaló.
«No digo negar el uso de la tecnología. Es más: he logrado que por Facebook o por Whatsapp me contaran cosas que de otra forma no harían. Yo los acepto a todos, con la condición de que se dirijan con respeto. Solamente tuve que bloquear a uno solo en 9 años, porque me habló de forma irrespetuosa. A mí me han contado cosas feas, como abusos de padrastros. Pero no se animan a decirlo. Entonces, el primer puntapié es la red social. Pero después te acercás y lo charlás», cerró.
Hay algunas apps que han sido criticadas por posibilitar el bullying: sarahaha o Ask.fm. El año pasado, «Yik Yak» tuvo que darse de baja por ese motivo

LOS DOCENTES
«Cuando intervienen los adultos, se termina el acoso escolar. Y los adultos que tienen que intervenir en las escuelas somos los docentes. No podemos mirar para otro lado. Hay que tomar lo que dijo Bourdieu: la pregunta no es cómo me comprometo, sino cómo todos los demás pueden ser tan indiferentes», dijo.
«Hay chicos que no se interesan, que no se meten por miedo a que les pase a ellos», comentó.

LAS CHARLAS
Arístides da charlas sobre el tema: «sensibilizo, cuento casos, prevengo, trato de motivar que los chicos de la escuela se pongan detrás de esto. Está bueno que haya acciones colectivas. Muchas veces, los centros de estudiantes se hacen cargo de la campaña. Si predomina el individualismo, todo es peor», concluyó.

https://diariolaopinion.com.ar/noticia/218491/cuando-intervienen-los-adultos-se-termina-el-acoso-escolar

 


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